Cuando comes Fuera
Cuidar tu alimentación no es motivo para negarte el placer de comer en lugares fuera de casa, si eliges sabiamente.
Anteriormente te había compartido mis Vacaciones en comidas donde plasmaba como hago un equilibrio entre la comida DELICIOSA. Pero en esta ocasión te daré otro tips para esos días donde no puedo comer en casa y por ende no tengo tanto control de mis alimentos o hasta de mis porciones.
En muchos sentidos, una elección saludable en un restaurante es muy similar a una en casa: preferir la comida a la parilla o al vapor en lugar de frita, especialmente si se fríe con mucha grasa; las papas hervidas en lugar de salteadas o fritas, y las salsas a base de jitomate o verduras, en lugar de a base de queso o crema. La diferencia es que en casa tu controlas la cantidad de ingredientes como sal, crema, mantequilla y aceite, mientras que los chefs a menudo usan con libertad. Su principal preocupación no es la salud sino, el sabor.
Según los expertos, la comida de restaurante contiene 22% más grasa que la casera. Y las porciones se han salido de control, particularmente en los lugares de comida rápida.
Ordena sabiamente
Siempre puedes disfrutar de tus alimentos sin tener que ingerir porciones gigantes ni consumir una sobredosis de calorías. Recuerda que tú llevas la batuta. Ordena lo que quieras, y exactamente cuanto quieras. Decide qué tan rápido o lento comerás, y detente cuando hayas comido suficiente.
No hay necesidad de inhibirse, ya que tú eres el cliente y estás pagando para obtener lo que deseas. Saborea la comida, y tómate tiempo para disfrutar la experiencia. He aquí unos tips para ayudarte:
De ser posible, revisa el menú antes de ir, para asegurarte de que pueda elegir platillos que estén más parecidos a tus porciones y a los alimentos que consumes día a día.
Presta atención a las señales de hambre y saciedad que envía tu cuerpo; come solo cuando tengas apetito, y detente cuando ya no tengas hambre. No tienes que dejar limpio el plato.
En cuanto te sientes, pide una jarra o un vaso de agua, y comienza a beber. Mucho de lo que creemos que es hambre en realidad es sed.
Elige un método de cocción: en general prefiere alimentos al vapor, hervidos, cocidos, a fuego lento, sofritos, horneados o salteados. Evita los alimentos fritos o crujientes.
Pregunta por el tamaño de la porción. Si es grande, puedes pedir una más pequeña o compartir el plato principal como una de verduras al vapor.
Ten cuidado con los aperitivos, los trozos de pan con mantequilla, el café con crema, la tabla de quesos y las mentas después de la cena. Todos estos juntos pueden sumar casi la misma cantidad de calorías que la comida en sí.
Concéntrate en tus platillos favoritos. Si amas las comidas saladas, pide una entrada y un platillo principal, pero sáltate el postre. Si te gusta lo dulce evita la entrada.
Recuerda que todo en equilibrio es la respuesta a tener una vida Saludable estos tips son para cuando tu no puedes ir a casa y tienes que comer fuera, en más de una ocación en la misma semana. Si vas a comer fuera por alguna ocación especial. ¡DISFRUTA! tus comida y sobretodo el estar con tu seres queridos en ese momento especial.