La tecnología no se detiene y el siglo pasado estuvo lleno de avances increíbles en todos los ámbitos. Fue en materia del sonido donde en década cambiaba el paradigma a la hora de grabar y reproducir. En resumidas cuentas hoy podemos hablar de dos maneras de entender el sonido: “digital y analógico”. Siendo un debate a día de hoy sobre cual de las dos es mejor.
La magia del sonido
El sonido se crea a partir de vibraciones que viajan en forma de onda y se propagan por distintos medios como el aire, estás ondas tienen dos características fundamentales: La frecuencia, que define la cantidad de vibraciones por segundo; y la amplitud que determina el volumen de los sonidos.
Analógicamente hablando…
El audio analógico es una “representación” continua de las ondas sonoras originales. Esto quiere decir que el sonido se captura y almacena de manera “fisica” en formatos que imitan la onda de sonido, tales como el vinilo o el casete. Usado como la norma durante casi todo un siglo destaca por su calidez y sonido orgánico aunque por otra parte una de las grandes desventajas sigue siendo el desgaste natural de los formatos físicos.
Datos y dígitos
El audio digital es, en pocas palabras la conversión de sonido en datos a partir del muestreo. Datos que pueden almacenarse tanto en formatos físicos y digitales, siendo posible comprimir los datos a formatos más livianos como el mp3, que aunque reducen la calidad del sonido ganan en espacio a la hora de querer almacenarlos. Entre las desventajas, podemos hablar precisamente de la perdida de fidelidad o de lo que los puristas denominan como “sonido artificial” al ser más bien una “reconstrucción” de sonido a partir de datos.
¿Realmente hay una diferencia?
Como suele suceder con temas “técnicos”, muchos oyentes no encontrarían diferencias considerables, sin embargo, a la hora de comparar formatos digitales con perdida es probable que hasta los oídos menos entrenados perciban un cambio. Hoy en día es común escuchar la música por medio de dispositivos que muy pocas veces son capaces de reproducir música en alta calidad y fidelidad, lo cierto es que la mayoría oyentes y usuarios de streaming tampoco priorizan la calidad del sonido. Debido a lo anterior mencionado muy pocas veces podemos escuchar una aproximación real de cada formato al no tener el quipo adecuado.
Para algunos la mejor opción es el audio analógico porque es más fiel a lo que escucharían nuestros oídos naturalmente, aunque con los años el audio digital ha llegado a niveles de representación y fidelidad que para muchos igualan y por temas de maleabilidad superan lo analógico, al final del día es una cuestión meramente subjetiva que tiene que ver más con el contexto, ambos formatos tienen ventajas y desventajas y como músicos u oyentes, es importante estar al tanto de ello, ya que como herramientas es útil de saber aprovecharlas.