Aun cuando se ha terminado la emergencia sanitaria a causa del Covid-19, el tiempo que vivimos de la mano de esta pandemia mundial aún es tema para hablar y es notorio el impacto que tuvo en todos los ámbitos de nuestra vida. Desde temas laborales, económicos, personales y obviamente en nuestra salud física y mental.
Ante el panorama de estar en un encierro indefinido dentro de nuestros hogares, se creó un espacio en el que también nos veíamos encerrados con nosotros mismos a nivel emocional, haciendo que pudiéramos comenzar un autoanálisis y un proceso de conocimiento que derivó en muchos casos a la exploración del lado artístico que había estado oculto durante mucho tiempo.
Aunque este fenómeno dio pie a que se siguiera la producción de arte por el mero fin estético, también derivó en la exploración de otros espacios, pues ante esta situación, nos replanteamos muchas cosas a nuestro alrededor.
Este “arte de pandemia” iba desde la creación de piezas más conceptuales, sobre la evidente desconexión con nuestra propia persona y nuestro círculo más cercano, así como también, surgió el tema de la protesta ante los gobiernos, la cuestión médica, la negligencia y el cómo todo esto nos hacía sentir de manera individual y colectiva, pues no solo habíamos perdido trabajos, si no que estábamos perdiendo nuestra libertad, espacios seguros. Perdimos amigos… perdimos familia.
Todo se convirtió en un caos, pero fue este mismo caos el que dio la oportunidad a muchas personas de poder drenar sus pensamientos e ideas sobre nuestro alrededor. Cosa que no solo ayudó a los propios artistas, si no a los que estábamos en nuestros hogares tratando de dar lo mejor de nosotros mismos para seguir con este nuevo estilo de vida, mientras intentábamos balancear y comprender nuestras emociones con todo este problema, pues a través de las redes sociales se presentó un nuevo movimiento de arte derivado de esta gran situación: La pandemia.
Como se mencionó anteriormente, la producción se convirtió en algo muy variado, por lo que se tenía la posibilidad de conocer sobre temas que se desconocían por completo hasta ese momento, sobre cómo estaba la situación en otros lugares, cómo se sentían otras personas y lo compartían a través de sus creaciones. Provocando que aun cuando todos estábamos a la distancia, pudiéramos crear una conexión. Ya sea por medio de los ideales o por medio de las emociones, nos ayudamos entre nosotros a comprendernos, pues ahora sabíamos que allá afuera, había más personas que se sentían exactamente igual.
La pandemia nos quitó mucho, es un hecho que nunca se podrá borrar y menos olvidar, pero también nos dio muchas otras cosas que son importantes de visibilizar, como lo es la producción artística de esos años, en sus diferentes expresiones y que inclusive, dio la posibilidad a la apertura de espacios como el COVID Art Museum, que se trata de una propuesta iniciada en Barcelona, España, cuya meta es acoger la producción de arte digital de todo el mundo, que se encuentre relacionada con la pandemia. Haciendo que se convierta en una gran oportunidad para cualquier persona en el mundo de conocer ilustraciones, pinturas, animaciones, videos y otros trabajos que expresan la lucha constante, las medidas sanitarias impuestas, la lejanía y otros temas referentes a este suceso histórico.
Espero que el escrito sea de tu agrado y puedas dejar en comentarios tus pensamientos al respecto o compartirnos tus piezas favoritas del arte de pandemia.