Caminaba de un lado a otro, nerviosa, sentía su corazón palpitar y vibrar tan fuerte que ni los sonidos de la calle habían podido sobresalir.
Ya había dicho que tal vez la vería pero nada estaba asegurado en ese momento, quizá después de tantas promesas rotas por otras personas ni si quiera lo imaginaba.
De pronto, alzó la mirada, ahí estaba sereno, sonriendo, así como lo llevaba en el corazón, no lo había visto en persona antes, pero si algunas veces se paseaba en alguna ilusión.
Se acercó a ella y mientras ambos caminaban a encontrarse, es cómo si se creara un túnel de espacio tiempo personal para ellos, un espacio donde ni corrían ni iban lentos, solo se acercaban, cómo si las almas ya hubiesen planeado aquel momento.
Se abrazaron fuerte y sus corazones latieron con tal fuerza que podían parecer tambores tocando la música de su ser, ella sintió chispas y electricidad correr por su piel, él simplemente dejo el momento ser.
No hubo demasiadas palabras, un par de preguntas e intercambio de nombres, pero ¿qué de importante tiene eso cuando lo importante es que eternamente se sabían conocidos, partes de la misma fuente, conectados a la misma luz y matriz?
Son de esos encuentros que uno intuye pasarán o incluso se planean, pero la emoción, el sentir, lo compartido parece obra de algo divino, cómo magia y cuestiones de brillos.
Pero encuentros que a uno lo hacen abrir los ojos, verse el corazón, escarbar el alma y buscar de donde viene esa emoción, porque no paras de sonreír al saberlo, porque no puedes alejarte, es cómo si en ese abrazo los engranes conectaron.
Después del tiempo en el túnel de su propio abrazo, ambos se soltaron, continuaron un poco con la monotonía, ella dió un sorbo a su limonada y sonreía.
Trataba día a día de mantener esa fuerza en presión, de no dejarla hacer ebullición, de controlar el fuego de su corazón, pero es que la magia de ese momento en su piel se quedó.
Ahora camina sonriendo al ver la luz parpadear, al escuchar los tambores de ese corazón singular, no quiere por ahora en nada pensar, pero sabe que la magia existe y el fuego la hace vibrar.