Hola, buen día. Me presento un poco más. Soy artista plástico, soy una brujita soñadora, a veces guerrera, a veces workaholic, obsesiva en alcanzar ciertas metas, mamá de perrhijos, hija, herman
a, hiperactiva, melancólica, entre otras cosas que ya sabrán de mi pues, parte importante de éste ejercicio de expresión es poner una parte de mi en cada entrada a esta plataforma donde, ustedes cómo lectores, experimenten, se identifiquen y, con suerte, resuelvan esas emociones que yo trato de explorar y desahogar aquí mismo.
Continuando con esta dinámica y ahora que ya nos tenemos un poco más de confianza, puedo contarles que estas últimas dos semanas han sido una prueba de paciencia, constancia y adaptación. Para esto debo contarles que no soy profesional en ningún aspecto de la música, sin embargo, debo contarles que, de un tiempo para aca, me acompaña un ukulele que se ha convertido en mi liberación cuando las emociones parecen atascadas, y en mi disciplina en momentos de caos.
Soy alguien que tiene dentro una hiperactividad que considero creativa pero que conlleva una ansiedad latente con la que se debe tener cuidado. Esto me ha llevado a formarme un nuevo hábito para mí bien, recurriendo a "Uki" (en otra ocasión les platicaré de su nombre) cada vez que necesito estar bien conmigo misma. Aprender a tocar un instrumento también me ha traído este conocimiento, si así lo podemos llamar, paralelo a mi vida diaria.
Práctica: Entre más lo hagas con gusto, más vas a mejorar. Tal cual, ha aplicado a mi en muchos aspectos donde el pequeño ukulele me brinda apoyo. En estas últimas semanas la constancia en las cosas ha logrado que las naves no se quemen, que los fuegos no se conviertan en infiernos.
Afinación: En los dias de mayor tensión he tenido que aprender a estar en armonía conmigo y con la situación. Un gran cambio para alguien que lo único que lograba era colapsar ante la presión.
Melodía: Los dias, a mi parecer, también se nos presentan con una melodía propia que, si empezamos a escucharla, pronto podremos estar a tono con ella, poniéndonos a la altura de la situación , no solo no perder el control si no salir con la cabeza avante de los dias de caos.
Ritmo: Cada cosa que se presenta ante nosostros tiene un ritmo que puede, o no, estar sincronizado con nosotros. En estas situaciones lo importante es hacer lo que se debe hacer, cuando se debe hacer y, cuando el pulso lo permita, relajar el paso.
Puede sonar muy bello y sencillo, pero se requiere de una claridad adecuada para aplicar estos pequeños puntos hasta en la más mínima e insignificante batalla de la guerra diaria. Como ya saben, no soy experta en música. Admiro enormemente a quienes se dedican a ella por completo con pasión y convicción. Mas, puedo decir que es un ukelele quien me ha enseñado, aún a estás alturas, algo que parecería fundamental u obvio, pero que ha traído un gran cambio a mi vida.
Los invito a todos a buscar alguna actividad, el inicio de su propio sueño, la base de su propia filosofía. Vayan a buscar fuera de su zona de confort algo que les llene, y se sorprenderán, a ustedes mismos, inmersos en una nueva disciplina que seguramente no habían imaginado, una que tal vez ya habían rechazado por vergüenza o simplemente por qué no parece lo "suyo".
Un cuerpo pequeño con cuatro cuerdas me han enseñado que no importa que el mundo se salga de nuestras manos pues no estamos aquí para sostenerlo. Por cierto me ha ayudado tambien a recuperar movilidad en mis manos y me ha recordado que la práctica trae buenos habitos.
Siempre resulta sanador encontrar una nueva pasión o un pequeño gusto. Denle oportunidad a ese lado de ustedes que todavía sueña y tiene cosas por lograr y aprender.
Una vez le pregunte a una pequeña alumna: ¿ conoces el ukulele? Me responde: sii sii es el que se toca en la playa, creo que describió la sensación de tener este instrumento en las manos
Tu, lo llevaste a otro nivel con este artículo. Me da gusto que te des la oportunidad de aprender algo nuevo y lo apliques a la vida diaria. Un abrazo
sigue asi <3