Semblanza
Durante 20 años Mariana se ha dedicado a arrastrar el lápiz de manera profesional. Realiza ilustración, diseño de personajes, cómic, caricaturas y arte conceptual, enfocado a públicos infantil y juvenil. Inició su carrera artística profesional en el año 2003, a los 15 años, en conjunto con el equipo creativo de ¡Ka-Boom! Estudio, editorial mexicana fundada por el ganador del premio Will Eisner, Oscar González Loyo, importante figura dentro de la industria del cómic nacional.
Bajo su dirección y tutela y durante su estancia como colaboradora en dicha organización, ha participado tanto en proyectos autorales internos como para clientes externos. Algunos de éstos últimos han sido empresas tanto nacionales como internacionales tales como Calzado Coqueta y Audaz, Bubble Gummers, Reader’s Digest, La Granja del Tío Pepe, SEDESOL, Coca-Cola Company, Dr. Sonrisas, Twin City Games, Tesla Science Foundation NY, entre otros.
En 2006 su trabajo fue utilizado como base para la instalación de un mural de la artista mexicana Minerva Cuevas en la 26a Bienal de São Paulo, Brasil. En 2014, el escritor, investigador y curador español Miguel A. Delgado la invitó a participar con una de sus piezas en su exhibición Nikola Tesla: Suyo es el Futuro, la cual recorrió varios países alrededor del mundo. Asimismo, en 2019 le fue otorgada la Medalla Tesla de la Tesla Science Foundation en Nueva York por su labor en la difusión de la vida y obra del inventor serbio Nikola Tesla a través de su arte. En el año 2021 se graduó como Licenciada en Comunicación en la Universidad UTEL.
Actualmente continua colaborando con el equipo de ¡Ka-Boom! así como trabajando en sus proyectos personales.
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Entrevista
Desde tu experiencia de vida y profesional, ¿Cómo crees que el arte está relacionado con la creatividad?
M: El escritor y conferencista Sir Ken Robinson describió que parte esencial de la creatividad es el pensamiento divergente, el cual es la capacidad de todo ser humano de conectar dos conceptos sin aparente relación el uno con el otro para generar una nueva idea con la unión de ambos. La creatividad no es exclusiva del medio artístico, pero se manifiesta de manera particularmente intensa en éste al provocar un impacto emocional en los espectadores. Por medio de la creatividad y el pensamiento divergente, el arte es capaz de conectar de manera armónica muchos conceptos (en gran parte intangibles) sin aparente conexión entre sí y los concreta en medios tangibles para transmitir mensajes, sentimientos y emociones.
¿Por qué decidiste dedicarte a la creación artística?
M: Es algo a lo que me he dedicado toda mi vida, de manera natural y espontánea desde que tengo memoria de haber agarrado una crayola por primera vez a muy temprana edad. Siento que dedicarme al arte era algo ya predestinado y que afortunadamente siempre he disfrutado mucho. La libertad es una facultad muy importante para mi, y el arte me permite experimentarla de manera muy particular al facilitarme expresar emociones que me serían difíciles de transmitir a través de otros medios.
Con el paso del tiempo y la evolución de mi trabajo, me he percatado que más allá de ser una mera forma de expresión, se ha convertido en una vía de comunicación y empatía entre seres humanos, en quienes puedes provocar inspiración, nuevas ideas o catarsis. El saber que mis piezas, personajes o creaciones generaron un cambio o momento positivo en algún aspecto de la vida de una persona es mi realización máxima como artista y ultimadamente es por esto que decidí dedicarme de lleno a ello.
¿De qué manera ha influido la cultura mexicana en tu arte?
M: Considero que la influencia de la cultura mexicana en mi arte es más bien tácita, en el sentido de que no se refleja literalmente en mi estilo gráfico, sino que se percibe en el mensaje, historia o sentimiento que transmiten mis obras. Las calaveras coloridas, la lucha libre, Frida Kahlo, o elementos de la mitología prehispánica, etc, (identificadores muy característicos de nuestra cultura), no son preponderantes en la generalidad de mis piezas. Definitivamente sí los utilizo cuando los requiero y creo que son sumamente inspiradores y atractivos como parte de nuestra identidad cultural, pero no han sido mi prioridad visual, como sí lo son para otros grandes artistas mexicanos.
Creo que nuestra cultura mexicana influye principalmente en las temáticas y mensajes que manejo en mis dibujos, y en la picardía, emocionalidad y humor de las historias que cuento. Asimismo, creo que los mexicanos somos ingeniosos y capaces de resolver problemas apremiantes con recursos que tenemos a la mano. Dichos atributos se reflejan en mí como artista al ser capaz de no sólo generar un estilo de dibujo propio, sino que puedo también imitar o desarrollar muchos otros estilos diferentes. Esta versatilidad me ha permitido participar en variados proyectos de distintas índoles y para diferentes públicos. En pocas palabras, y aludiendo directamente a la cultura mexicana, puedo dibujar “de chile, mole y pozole”, lo cual amplía mi abanico de oportunidades en el campo laboral.
Como artista o creador, ¿A qué barreras externas (sociales) e internas (emocionales) te has enfrentado y cómo las has superado?
M: Barreras y obstáculos han sido incontables, tanto internos como externos, pero creo que puedo resumir las más importantes.
Como artista, me he enfrentado a paradigmas sociales, económicos y psicológicos de todo tamaño y que han perdurado por generaciones. “Del arte no puedes vivir”, “te vas a morir de hambre”, “¡Qué monos tan feos!” son algunas de las frases clásicas cuando comienzas a dar a conocer tus intenciones de hacer del arte tu profesión. Pienso que esto poco a poco ha ido cambiando conforme los estudios artísticos se han formalizado en el sector educativo de nivel superior, pero aún sigue siendo un tema que se presenta frecuentemente en los círculos familiares y sociales de los artistas que comienzan sus carreras.
Cuando viví esta etapa, tuve la fortuna de pertenecer a un grupo de creativos que me ayudó mucho, pues entre artistas nos entendemos, nos apoyamos e incluso armamos proyectos en conjunto. Me discipliné en mi oficio para mejorar mis trazos y seguí los consejos y dirección de mis mentores, los artistas Óscar González Loyo, Oscar González Guerrero, Horacio Sandoval, Susy Romero como escritora y directora de contenidos, así como el resto del equipo de ¡Ka-Boom! Estudio. Poco a poco y conforme vas mejorando tu trabajo y cumpliendo tus metas con disciplina y dedicación, dicho círculo social y familiar comienza a respetar más tu profesión.
En una etapa posterior, cuando el número de tus seguidores crece, surgen otras piedritas en el camino, como son los famosos “haters” o “trolls” de internet, quienes empedernidos buscan la manera de afectar tu reputación, truncar tu carrera, amenazarte o simplemente desean influir en ti para que desistas de perseguir tu vocación. En su gran mayoría con ignorarlos basta para que desistan de sus perjudiciales actividades, pero en otras ocasiones han afectado directamente el desarrollo de proyectos en los que nos hemos visto involucrados mi equipo y yo. Lamentablemente, algunas de estas personas resultan ser mismos colegas que por alguna razón desean borrarte del colectivo artístico. Para sobrellevar esto, procuro dar nula importancia o visibilidad a comentarios nocivos (que no son lo mismo que comentarios de crítica constructiva), sarcásticos o malintencionados. Siempre busco enfocarme 100% en mi trabajo, en mis metas, crecimiento personal y en el cuidado y atención de las relaciones con las personas de mi círculo social de apoyo.
Otro obstáculo importante ha sido la desvalorización y poco conocimiento de la función del arte como un activo dentro de una empresa. Ha sido toda una labor el hacer entender a comerciantes, emprendedores y empresarios que el arte y la propiedad intelectual no es un gasto ni un adorno. Es una inversión que, manejada de manera adecuada, reditúa y genera ganancias al negocio. Frases como “mi sobrino dibuja y me lo deja más barato” parecen chistes, pero son anécdotas. Uno como artista debe valorar su trabajo o de lo contrario nadie lo hará. Puede que sea difícil encontrar los clientes idóneos que respeten tus precios, pero cuando llegan, es un deleite trabajar con ellos y generar una relación sana y respetuosa a largo plazo.
Y hablando de la parte económica (y para evitar que ésta se convierta en un lastre más que una herramienta), también es de mucha utilidad que los artistas adquiramos al menos los conocimientos básicos de finanzas personales, administración, ventas y comunicación. Sí, lo sé, a muchos artistas nos gustaría tan sólo sentarnos a crear, pintar, esculpir y que los recursos económicos llegaran por sí solos, pero a menos que contratemos a un agente que dedique todo su tiempo a promover nuestro trabajo, esto no va a suceder como por arte de magia. Adquirir al menos un poco de estos conocimientos ayuda mucho cuando verdaderamente deseamos vivir de nuestro arte.
Por último, las barreras más fuertes que he enfrentado son las internas. Aquellas voces dentro de nosotros que a la mayoría de los artistas susurran palabras de desaliento, o por el contrario, también inflan demasiado el ego, el cual tarde o temprano nos puede traicionar. Con la presencia de grandiosos artistas en redes sociales, es muy fácil caer en el juego de compararte a ti y a tu trabajo con el de todos los demás. Sé que no es sano compararse con otros artistas, pero también creo que en el fondo es inevitable. La comparación mal gestionada puede llevar a decepciones, envidias, frustración y enemistades, pero cuando trabajas en tu autoestima, disciplina y confianza, la comparación puede servir como motivo de superación e inspiración. He tenido que trabajar mucho en mí misma para comprender que la esencia que impregno en mis obras es única e irrepetible y eso es el valor que atrae a mis seguidores, a mis clientes y a quienes verdaderamente aprecian mi arte.
En general, cuando me encuentro enfrentando alguna de estas barreras, siempre intento hacer una introspección y recordarme a mí misma el por qué y para qué hago lo que hago, la misión de mi obra y a quiénes dirijo mis mensajes. Mantengo en mi mente y en mi corazón fijas las imágenes y palabras de clientes satisfechos y seguidores sonrientes e inspirados, de pequeños queriendo seguir mis pasos. Eso es lo que en esencia me hace seguir adelante a pesar de las adversidades.
¿Cuáles han sido los factores positivos que te han impulsado en tu carrera creativa y cuál ha sido su impacto?
M: Definitivamente el contacto y retroalimentación que recibo de mis seguidores es de los factores más emocionantes y motivadores de mi carrera. Como lo dije anteriormente, el saber que he aportado algo positivo o constructivo a la vida de alguien me hace continuar mejorando mi obra y hacerla llegar a cada vez más personas.
Uno de los momentos que recuerdo con más cariño y emoción fue una ocasión en que mi compañera escritora Rebeca Soriano y yo realizamos un cómic llamado “Elora: El Valle de los Sueños” bajo pedido de la organización Dr. Sonrisas hace algunos años. Dicha asociación se dedica a brindar apoyo a niños diagnosticados con enfermedades terminales, y en los cómics deseaban difundir su labor altruista a través de historias fantásticas con las cuales los niños y sus familias tanto se entretuvieran como pudieran encontrar en la historieta un espacio de conocimiento y comprensión de sus particulares situaciones de vida. Fue un proyecto sumamente retador, pues tocaba temas muy delicados, pero fuimos capaces de llevarlo a buen puerto. Los ejemplares de los cómics se imprimieron y distribuyeron en diferentes hospitales del país. Tiempo después, durante una sesión de un programa de radio independiente por internet que mi equipo y yo solíamos transmitir, una persona nos contactó vía el chat del programa. Esta persona se mostró muy emocionada al habernos contactado, pues comentó que ella era la madre de una niña diagnosticada con una enfermedad terminal, y que durante su estancia en un hospital llegó a sus manos el cómic que nosotros habíamos realizado. Mientras la pequeña leía el cómic, se sintió identificada con la historia y personajes. Se lo mostró entusiasmada a su mamá indicándole que ella se sentía como el personaje, lo cual abrió de alguna manera un puente de comunicación con su mamá y el resto de su familia, provocando esto una catarsis y ayudándolos más unidos a sobrellevar tan difícil situación. Nunca sabes quién te está viendo y qué vidas puedes tocar…o incluso salvar. El arte es comunicación, por ende también es una responsabilidad.
Otro factor que ha impulsado mi carrera es la convivencia con grandes artistas tanto nacionales como internacionales del medio de la ilustración, el cómic, la historieta y el arte en general. Es sumamente enriquecedor compartir experiencias y conocimientos con personas tan talentosas y de diferentes generaciones. Las relaciones públicas son muy importantes para los artistas pues no solo dan pie a oportunidades laborales, sino que se forjan fuertes lazos de amistad, apoyo e inspiración que fomentan el sano desenvolvimiento de los artistas dentro de la sociedad.
No puedo negarlo, el hecho de que alguien PAGUE por un producto o servicio artístico que ofrezco, sin regatear el precio, es uno de los momentos más satisfactorios que he experimentado también. Como dice el autor Austin Kleon en su genial libro Aprende a promocionar tu trabajo: “…cuando la gente tiene que sacar la cartera es cuando averiguas si les gusta realmente lo que haces”. Muchas veces el artista es visto como "el bohemio", "el romántico", "el hippie", pero estos son paradigmas. Si de verdad queremos que nuestra profesión sea nuestra forma de vida, que genere empleos, oportunidades laborales y cadenas de producción, tenemos que comenzar a tener una visión de negocio. Cuando alguien adquiere una de mis piezas, servicios o productos, ese dinero lo veo como el resultado del tiempo y energía que esa persona invirtió en su trabajo y que está dispuest@ a intercambiarlo por algo que lleva mi trayectoria, profesionalismo, esencia y corazón. A ese intercambio de energía le debo respeto, lo valoro, y agradezco sobremanera, pues me permite sustentar mi vida y continuar creando arte.
Explica tu proceso creativo actual
M: Mis procesos creativos son diferentes dependiendo de la naturaleza de cada proyecto en el que me involucro. Mi proceso para desarrollar piezas para clientes es diferente a cuando tengo que producir algo propio.
Cuando realizo piezas bajo pedido, generalmente el cliente es quien marca las pautas, características y necesidades. Los tiempos de producción varían, pero por lo general los defino en común acuerdo con el cliente. Éste puede ser muy específico en lo que requiere, lo cual ayuda a aterrizar visualmente el proyecto de manera más rápida. En otras ocasiones puede ser muy ambiguo y como artista debo utilizar más recursos creativos y gráficos para ayudarlo a concretar sus ideas.
El proceso creativo para mis piezas autorales de largo plazo lleva mucha investigación previa, bocetaje, arte conceptual, cambios, modificaciones, etc. El camino de la creación no suele ser una línea recta, sino un camino sinuoso lleno de altibajos, éxitos y fracasos. Hay proyectos que pueden tardar tan solo unos meses en concretarse y hay otros que pueden tardar años. Yo particularmente suelo ser muy perfeccionista, y debo confesar que es un arma de doble filo, pues puede ayudar a crear piezas artísticas de calidad, pero también puede generar la famosa “parálisis por análisis” y no te permite avanzar en tus planes. Como ejercicio para mitigar este problema, a veces me obligo a dibujar algo aunque tenga mi mente en blanco, dejo un poco que mi mano se mueva sola. A veces surgen cosas interesantes, otras veces no, pero al menos dejas de buscar por un momento que la pieza sea perfecta, ejercitando así tanto tu voluntad como también la capacidad de soltar y no tomarte demasiado en serio.
En el arte, las ideas, el mensaje y el contenido de la obra son sumamente importantes, en ocasiones incluso más que la misma obra plástica. Cada artista tiene diferentes “musas” de las cuales hacer brotar su inspiración. En mi caso en particular, para mantener las ideas y la inspiración activas, procuro llevar, primero, una vida físicamente saludable, al menos lo mejor que puedo, pues estoy convencida de que cuando tu organismo funciona bien tu mente tiene mayor claridad. Muchas veces durante la actividad física es cuando encuentras momentos inspiradores. El contacto con la naturaleza, los animales y la interacción con mis seres queridos también son fuente de ideas e historias qué contar. Siempre me ayuda mucho leer, asistir a museos y otras actividades culturales y artísticas (y arte no sólo plástico, sino de danza, música, teatro, cine, etc). Entre más nutre uno a su mente y espíritu, de mayor calidad serán su inspiración e ideas.
¿Qué es lo que más te gusta de crear por medio del arte?
M: Me divierto muchísimo al hacerlo. Como lo he mencionado antes, me encanta esa libertad que siento al poder plasmar cosas intangibles, que no existen y que aún así puedan generar emociones y sensaciones en los espectadores. Puedo contar historias. Por otro lado, y tal vez desde un punto de vista más egocéntrico, podría decir que yo no viviré eternamente, pero mi arte sí… o al menos durará más que los 90 años promedio de una vida humana. Si mi trabajo pudo divertir, inspirar o motivar genuinamente al menos a una sola persona (ahora o en el futuro), me sentiré muy satisfecha.
¿Cuáles son tus metas a mediano y largo plazo respecto a la creación artística?
M: Antes que nada, mi meta principal a cualquier plazo es seguir mejorando mi técnica y habilidad artística, siempre aprender algo nuevo, ya sea de los oficios tradicionales ó de las nuevas tecnologías, aplicaciones y herramientas digitales. Nunca me permito jactarme de que ya lo sé todo, tengo la convicción de que en cuanto crees que ya no necesitas aprender nada más es cuando comienza la decadencia artística.
Por otro lado, tengo varias metas tanto de manera individual como de manera grupal en conjunto con mis colegas de ¡Ka-Boom! Estudio. A mediano plazo, mi meta es consolidar una estrategia comercial, de promoción y ventas que me permita potenciar mi alcance como artista a públicos específicos y de manera internacional. Poder colaborar con un mayor número de nuevos clientes nacionales y extranjeros es uno de mis principales objetivos. Al concretar esto, podré simultáneamente sostener el camino hacia mis metas de largo plazo, las cuales comparto con mi equipo: producir en conjunto proyectos editoriales propios que poco a poco generen fuentes de trabajo y oportunidades laborales tanto para viejos como nuevos artistas, construyendo cadenas de producción y movimiento económico en colaboración con otras industrias para que el cómic nacional retome la fuerza que en algún momento tuvo y trascienda fronteras, colocándose al mismo nivel de calidad que las producciones de los grandes emporios de entretenimiento a nivel mundial.
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Felicidades que interesante entrevista a través de su plática se manifiesta que no solo es muy buena dibujante sino que es una mujer que se prepara y se cultiva en otros ámbitos, por lo que nos hace sentir orgullosas como mexicanas.
Buena elección de Cristina Palapa y la revista Catarxis en entrevistar a este pedazo de artista extraordinaria.