El planeta enfrenta una grave crisis climática que nos afecta a todas y todos, sin embargo, no por igual. Mientras esto sucede, lideres mundiales se reúnen en Egipto a analizar estrategias para hacer frente a esta crisis y ayudar a las naciones que más lo necesitan a afrontar las consecuencias del cambio climático.
Del 07 al 18 de noviembre se llevará a cabo la COP27, cumbre que este año reúne a 197 naciones en Sharm el-Sheij, Egipto y se realiza año con año para negociar las acciones que se llevan a cabo para reducir el cambio climático.
El panorama es controversial, por un lado están los países ricos que buscan concentrarse en estrategias para ayudar a países en desarrollo a reducir el uso de combustibles fósiles y utilizar energías renovables, y por otro están las naciones en desarrollo que se concentran en estrategias para enfrentar las consecuencias que sufren por el cambio climático; los países pobres buscan apoyo para las personas que han sido desplazadas a causa de inundaciones, tormentas y olas de calor que cada vez son más graves (desplazados ambientales).
En la edición del año pasado, las naciones llegaron al acuerdo de que debían tomar medidas inmediatas para prevenir un aumento en la temperatura mundial, sin embargo, este acuerdo no se cumplió.
Además de esto, la COP27 fue fuertemente criticada debido a que uno de los mayores patrocinadores de la edición de este año es la empresa que mayor contamina a nivel mundial: Coca Cola. En el año 2020 y 2021 Coca Cola ocupó el primer lugar como empresa que genera más basura plástica, lo cual a su vez tiene como consecuencia altas emisiones de gases de efecto invernadero.
México es uno de los países que participa en la COP27. Desde los primeros días, la titular de la SEMARNAT, María Luisa Albores González, mencionó el compromiso del país con la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero con recursos propios, para que en mediano y largo plazo se proteja a la población más vulnerable. En su participación también destacó que el Programa Sembrando Vida, el incremento de Áreas Naturales Protegidas (ANP) y la Estrategia Nacional de Carbono Azul son sus principales estrategias que junto con alianzas automotrices para fomentar la electromovilidad, el teletrabajo y el transporte ferroviario contribuirán a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
La conclusión es clara, se apuesta por estrategias utópicas a nivel mundial y se presumen estrategias nacionales que lo que menos hacen es proteger el medio ambiente y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Aún hay mucho por hacer, acciones reales que en verdad enfrenten la crisis climática actual y dejen de priorizar el interés de algunas partes.
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