La escena es tan surreal que es cómica
Entra un señor pálido, con dolor en el pecho, sudando, su mano sobre el pecho,
Se tambalea,
Ella sentada en su escritorio, cantando:
Dont speak dont tell me because It hurts,
Todos corren de un lado para el otro,
Lo acuestan, le toman el registro electrocardiográfico, el paciente jadea, se queja, menciona que siente que se ataca,
Todos preparados, revisan el electrocardiograma, falsa alarma,
Ha salido normal y de entre sus ropas cae al suelo un folleto de neuróticos anónimos.