Lo que hacían antes de crear. Crear no siempre comienza con una idea.
A veces empieza con un café, una caminata, una manía, o una conversación con el silencio.
Estos cinco artistas nos recuerdan que la creatividad no baja del cielo: se cultiva, se invoca, se prepara.
1. Beethoven y su café exacto

Antes de componer, Ludwig van Beethoven preparaba una taza de café con exactamente 60 granos, que contaba uno por uno cada mañana.
Era su forma de afinar la mente y marcar un inicio.
Un ritual casi matemático para un espíritu turbulento.
“Una taza perfecta para una mente que busca el orden dentro del caos.”
📚 Fuente: Beethoven, como lo conocí – Anton Schindler (1840)
2. Haruki Murakami y la disciplina del cuerpo
El escritor japonés Haruki Murakami se despierta todos los días a las 4:00 AM, escribe por cinco o seis horas, corre 10 kilómetros o nada 1,500 metros, y se duerme a las 9:00 PM.
Repite esa rutina durante meses mientras está escribiendo una novela.
“El acto de repetir cosas físicas y sencillas me da poder para escribir.”
📚 Fuente: De qué hablo cuando hablo de correr – H. Murakami (2007)
3. Yayoi Kusama y la repetición obsesiva

Antes de comenzar a pintar, Kusama realiza series de puntos repetitivos a mano, incluso en cuadernos personales. Para ella, la repetición es meditación y exorcismo.
Sus obras surgen desde la necesidad de controlar el caos mental.
“Mis redes de puntos son la forma en que conecto el universo y mi mente.”
Fuente: Infinity Net: The Autobiography of Yayoi Kusama (2011)
4. Frida Kahlo y la escritura íntima
Frida no solo pintaba. Escribía cartas, diarios, frases, pensamientos sueltos antes de pintar.
Su cuerpo adolorido hablaba a través de palabras antes que de pinceles.
“Pies, para qué los quiero, si tengo alas para volar…”
Escribir era parte de su ritual para tocar lo más profundo de su dolor.
📚 Fuente: El diario de Frida Kahlo – facsimilar del original (1995)
5. David Lynch y la meditación

El cineasta y artista David Lynch medita dos veces al día durante 20 minutos desde hace más de 40 años.
Para él, meditar no es dejar de pensar, sino sumergirse en el subconsciente donde nacen las ideas.
“Las ideas son como peces. Si quieres pescar peces grandes, tienes que ir a aguas profundas.”
📚 Fuente: Atrapa el pez dorado – D. Lynch (2006)
Ritual ≠ rutina
Lo que estos artistas nos enseñan es que crear no siempre nace del talento, sino de saber preparar el terreno.
El cuerpo, el silencio, el movimiento, la obsesión, el descanso… todo eso también forma parte de la obra.
¿Y tú, qué haces antes de crear?