El subibaja de las dietas
Los hábitos de alimentación saludables son esenciales para evitar caer en un patrón de atracones y dietas insostenibles que pueden tener efectos físicos y emocionales dañinos.
Las dietas, en especial las estrictas en las cuales el consumo de calorías diarios es muy poco para el día a día, requieren que ignores las señales naturales de hambre que envía tu cuerpo. Como este tipo de dietas suelen producir una pérdida de peso realmente rápida, muchas personas se inscriben en muchos programas y clases que a veces se basan en el reemplazo de comidas, o adoptan la dieta de ultima moda con la esperanza de obtener resultados en unas cuantas semanas. Pero la perdida de peso en esa etapa temprana se debe sobre todo a la perdida de agua y masa muscular y no de exceso de grasa. Y cuando restringes la ingesta de alimentos, tu cuerpo compensa almacenando energía, por lo que es muy difícil mantener este tipo de dietas tan estrictas durante mucho tiempo. Por eso la mayoría vuelve pronto a su patrón de alimentación normal y recupera el peso perdido en unos meses.
Dieta Yoyo
Este fenómeno común de aumento y perdidas de peso recurrentes se conoce como ciclo de peso dieta yoyo. La perdida de peso rara vez se mantiene a largo plazo y las fluctuaciones son frecuentes. Las personas cuyo peso sube y baja constantemente puede estar haciéndose más daño que bien tanto física como mentalmente, debido a que no hay un peso estable o un peso constante sino pesos bajos y altos en poco tiempo.
Daño Físico
El daño que se puede ocasionar al cuerpo por este tipo de dieta incluye:
Perdida de masa muscular, que eleva el porcentaje de grasa corporal y hace lento el metabolismo o la quema de calorías.
Fluctuaciones indeseables del nivel de colesterol en la sangre, en especial niveles bajos de colesterol “bueno” (LAD o lipoproteínas de alta densidad)
Perdida de minerales en los huesos, lo que lleva a huesos frágiles y posibles facturas en edad adulta y vejes.
Insuficiencia de nutrientes importantes, como: calcio o proteínas según el tipo de dieta.
Mayor riesgo de sufrir cardiopatías y diabetes tipo II, si la grasa recuperada se acumula en el abdomen.
Daño emocional
Los efectos psicológicos de las dietas yoyo pueden ser incluso peores que el daño físico. Los ciclos recurrentes de pérdida y recuperación de peso pueden contribuir a:
Estado de animo negativo cuando a una pérdida de peso exitosa le sigue una sensación de fracaso, al recuperar los kilos bajados.
Sentimiento de culpa y el atracón consiguiente haciendo que se pueda desencadenar un TCA (trastornos de la conducta alimentaria).
Baja autoestima que lleva a una tendencia a comer más que quienes no hacen dieta cuando hay ansiedad, estrés o depresión
Rechazo y negación a tu cuerpo por la dismorfia corporal, generado por el subibaja de peso.
Mayor susceptibilidad (en comparación con quienes no hacen dieta) a imágenes poco realistas del cuerpo presentado por los modelos de comunicación, como los modelos de revista.
Cambia tu enfoque
Repetir dietas muy estrictas o de moda no es el camino a un peso saludable. Es mejor bajar poco de manera gradual y mantenerse, que perder mucho peso relativamente rápido y recuperarlo en ocasiones al doble. Si ves tu plan de alimentación para adelgazar como una medida temporal hasta bajar una cantidad determinada de kilos, tendrás a hacer una distinción muy marcada entre los momentos en los que estás a dieta y los que no. Eso promueve la sensación de que la alimentación sana requiere una fuerza de voluntad especial y que comer un antojo o un tentempié significa hacer trampa. Cambiar a una dieta consistentemente saludable eliminará el efecto yoyo.